Algo pasa…

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Ayer pasó algo… Entraba a la piscina tarde y ví a un señor que esperaba a alguien, hizo un gesto con los dedos al quitarse las gafas que en ese instante se transformó en la viva imagen de mi padre, como si por un segundo estuviera ahí… Mi amiga dice que es un guiño que me hizo desde otro plano para decirme que no me preocupe…

Muchas veces he pensado que son típicas palabras que se dicen para consolar a alguien tras sufrir una pérdida, pero en realidad no sé qué pensar, no sabría describir lo que siento, por eso vuelvo a escribir, porque al hacerlo suelo encontrarme con pensamientos y emociones más claramente.

Hace poco me enfrenté a volver a hablar en público, solo unos minutos en unas jornadas de enfermedades raras, estaba nerviosa pensando en mantener el tipo. Me encontraba mal, tenía prisa, se me juntaron muchas cosas y quería irme.. Pero no podía dejar pasar la oportunidad de representar las ataxias en tales jornadas, me importa demasiado. Así que pude salir antes explicando debidamente al público que también me encontraba con esos típicos dolores mensuales femeninos. Oh vaya, dejé mis papeles guardados y empecé a resumir lo que quería decir, pero llevaba mis gafas de vista y veía al público mirándome atentamente, y sentí que me trababa; levanté la vista al cielo (ahí al techo) y recordaba a mi padre y sus esperanzas. Me hubiera gustado hablar de él, decir que él estuvo en esas primeras reuniones en el hotel del Médano antes de que existieran las jornadas y me llevó a las siguientes para que viera que en esta lucha que tenemos no estamos tan solos. Pero no lo hice, tenía prisa, esa visita íntima mensual con dolores, estaba enfadada, sabía que si lo hacía me iría por las ramas y me emocionaría y comenzaría a llorar. Todo pasó en cuestión de segundos, así que saqué mi súpersonrisa y puntualicé los temas más importantes que quería comentar.

Hoy hace 5 meses que mi padre no está. Supongo que al escribir esto es mi forma de recordarle en cierta manera…

Juan Pino Preciosa

Acerca de María Pino Brumberg

María Pino Brumberg (Santa Cruz de Tenerife, 1981) es licenciada en Geografía por la Universidad de La Laguna, autora y defensora de la integración de las personas con discapacidad. Desde los 13 años se enfrenta a una rara enfermedad degenerativa, la Ataxia de Friedreich. Entre las herramientas que utiliza con eficacia para luchar por sus derechos (que son los de muchos otros también) destacan el correo electrónico, las redes sociales, la escritura, la protesta directa, la paciencia incalculable y la mirada de dragón. En 2010 publicó Con Alas en los Pies (Ed. Idea), un libro autobiográfico que alcanzó varias reediciones, con más de 1500 ejemplares vendidos en Canarias. Transmite un mensaje de superación personal y concienciación, y aspira a ayudar a derribar muchas de las barreras físicas y psíquicas a las que tanta gente se enfrenta a diario, para que la integración sea una realidad tangible y no solo una palabra. Como conferenciante ha pasado por diversas instituciones públicas y privadas de forma solidaria (sobre todo, centros educativos). En 2012 asume el reto de autoeditar su obra a través de Bubok [http://www.bubok.es/]; reescribe su autobiografía actualizándola en el fondo y la forma, y la pone a disposición del público, con el fin de que todo el que quiera, desde cualquier parte del mundo, pueda conocer su historia… Así nace Yo vine aquí a luchar [http://www.bubok.es/libros/219588/Yo-vine-aqui-a-luchar].
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